shhhhh... ¿escuchas? es el zumbido imperial de las tarántulas que se aproxima como la mandíbula abierta de una eva enfurecida y virulenta. vienen empachadas a vomitar grillos y trozos de colibríes en nuestras rodillas. ya pronto dejaremos este lugar: la lengua empezará a sudar y el aliento apestará a sangre de cielo. fuimos nada más que unas pálidas bestias flotando —como un jesús ahogado en su cruz— soñando siempre con huesos en un indestructible dormir. ahí viene el hambriento apagón, sacudiendo implacable su saliva en las bocas de las memorias, mientras los pulmones se clonan en violentos puños. y antes que los ojos se vacíen, los espejos rápidamente se inventan una vez mas para reflejar el ya blando interior del grito. shhhhh... ¿escuchas? es nuestra oscura madre exprimiendo el útero al revés.
Texto agregado el 10-08-2008, y leído por 114 visitantes. (2 votos)