EL " PADRE NUESTRO" DE UN EGOISTA

Hoy, Señor, meditando en el silencio,
Tú y yo a solas, del templo en un rincón,
He sentido vergüenza al confesarte
¡Qué pobre y sin sentido es mi oración!

Mientras mis labios dicen “Padre Nuestro”,
Padre que para todos es el mismo,
Tengo la cuenta y corazón cerrados
Con el cerrojo vil del egoísmo.

Y si “estas en los cielos”, quedas lejos
Y no vengas a complicarme más la vida…
¿Qué me cuentas a mí de los que mueren
Porque les falta el agua y la comida?.

Y cuando digo “vénganos tu reino”,
Cuento con ser en él, privilegiado,
Y si el que está a mi lado, queda fuera,
Será por holgazán o mal criado.

Y pues “tu voluntad” habrá de hacerse…
Que se haga en buena hora, no me opongo,
Pero en cuanto a ofrecer mi compromiso,
Es algo que ni ofrezco ni lo pongo.

Ya no te pido “el pan”, yo me lo busco,
Y el que carezca de él, que haga otro tanto…
No me llaman afanes misioneros
Y nadie me ha elegido para santo.

Como ves, Padre Dios, sé el “Padre Nuestro”....
Más, ¿para qué rezarlo sin sentido?
Hoy me encuentro blasfemo, irreverente…
¡Perdóname, Señor, yo te lo pido!

Destierra mi egoísmo y mi indolencia...
Mi corazón de piedra…¡que palpite!...,
Quiero no ser Caín, ser generoso,
Amar a los demás y estar al quite.-

EMILIO - Agosto 2008



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