(La fiesta de apertura de las Olimpíadas deportivas, en Beiging, en la Republica China, fue realmente estupenda, algo nunca visto por mí).
Hoy a la madrugada desperté entre sueños mirando de reojos Crónica Teve, decía la televisión que en un mismo barrio de la capital federal desaparecieron dos niños, de distintas familias,
y que por ello la gente del lugar cortó la avenida más importante, inclusive prometiendo avanzar hasta la casa de gobierno para solicitar audiencia con la presidente Cristina. Realmente ya sumamos varios desaparecidos. De todos modos pareciera que esto es muy reciente, por lo tanto habría que esperar. Mañana Domingo será el día del Niño: hacemos votos por que todo sea un mal entendido.
Pero preocupa ver la reacción de la gente,
que indica que la situación es alermante,
o sea que, en este cuento no sabremos el desenlace, pero quiero reflejar el como la sociedad vive un estado de angustía tremendo,
por la inseguridad imperante, que más que inseguridad a esta altura parece una guerra civil entre hermanos.
Este tipo de cuento, donde digo noticias, es un poco críticado por los navegantes, que rufunfuñan pués entiende que es una estafa. Entonces prometí,
puesto que no debo avandonar la misón de suministrar información, tarea que comenzó siendo un costado de mi personaje, pero que se fue transformando en una parte vital de la estructura general de la obra. Decía que prometí redondear una historia creíble en cada entrega.
Un poco opino lo mismo, tirar tres, cuatro noticias de titulares del diario y luego salir corriendo,
es la actitud del ladronsuelo, pero insisto en defenderme por el lado de que deseo mantener un pulso constante con el elemento noticia.
Hoy, tal vez injustamente, no le demos el valor que merece, pero el dia de mañana resultará interesante esta recopilación.
Tengo como costumbre, meterme en los cuentos,
debo de haber muerto como veinte veces,
argumentos que en su mayoría son extraidos de la propia realidad, y que modifico intentando que asuman la categoría de literatura fantástica.
Cintia Bemudez encendió la computadora encontrandose con que habia un virus,
tenía pensado escribir un cuento relatando hechos del día, pero decidió postergar la tarea,
volviendose a recostar para dormirse.
Estando en un sueño profundo, pués había tomado vino tinto para inspirse un poco, pudo ver una imagen de su madre, que la llamaba para alisarle los cabellos como de costumbre.
Su novio Quique que contempla a su amada descansar, escucha de sus labios pronunciar la palabra: Madre. Una y otra vez la repite, con dulzura, y admiración.
Impaciente por pensar que era una pesadilla,
ya que Cintia es huerfana, tocó su hombro para despertarla. Cintia sonrió incorporandose como si hubiese estado dormitando, para enseguida perdirle que componga la computadora, pués sentía demasiada inspiración como para desperdiciarla.
Pero Quique que ya sabía que habia problemas técnicos, irreparables, invito a su enamorada a dar un paseo por la ciudad. Pero Cintia se negó rotundamente, solicitó que por favor la ayuden a utilisar el programa Word, que ella después tranquila lo va publicar en la web.
Quique insistió en que no andaba nada,
que todo estaba infectado.
Se quedaron mirando a la cara sin saber que decir,
él le guiño un ojo, y ella sacó su lengua hasta mostrar la punta, volvieron a sonreír sin salirse del sitio, haste Quique extendió su mano tocando su brazo, más luego volviendo a la postura anterior.
¿Que te parece si nos acostamos? dijeron ambos al mismo tiempo.