Besos suaves en la oscuridad, poemas divertidos y canciones tiernas, abrazos tibios y el dulce romance previo a la pasión, pasión por la vida, pasión por mi, el secreto de ese mundo del que sólo tu y yo sabemos, eso y mucho más para olvidar es demasiado... Hoy sólo tengo tu recuerdo desvanecido en el sabor de la nostalgia y en el dolor del hubiera que ronda mi pensamiento, mientras la melodía que nos acompañó durante todos estos años se apaga y el recuerdo de un delicioso beso eterno desaparece entre la sal de mis lágrimas y el sonido de mis suspiros, suspiros en los que se deshace mi alma, suspiros que escribo para desahogar el dolor, suspiros que quisiera contener para no dejarte ir, para no sentir tu ausencia, para no dejar de amarte, porque debieron ser besos estos malditos suspiros que me lastiman llevándose todo y convirtiéndose en nada.