Dos fantasmas
arrollados por el tiempo
y la distancia
ingieren las voces aprisionadas
en la palabra escrita.
Devoran el cansancio
de la rutina impregnada de siglos
y recogen huesos
esparcidos por el suelo.
Dos fantasmas aporreados
por sus carceleros
y en plena contienda por ser libres
y hallar la clave
que descifra el aguacero.
Dos fantasmas apostados
en el hueco en la frente
y exiliados en el verso arrojado
a los cuatro vientos.
Dos fantasmas acribillados
por el mutismo
en sus pies descalzos
y armados hasta los dientes
por si regresa el amor
a perturbar la paz del olvido.
Texto agregado el 08-08-2008, y leído por 389
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Más si el amor regresara, dos, cuatro, un ejército de fantasmas se rendiría a sus pies y su triunfo bastaría como pacto de paz que reinara para siempre... Muy bueno. Veo cierto hilo conductor que atraviesa tus poemas marea-rioplatense
19-03-2009
de fantasma a fantasma...excelente,volví a leerlo te dejo mis besos porque ya no puedo ponerte estrellas. mancuspia