-el sentir de los ojos puede ser mas fuerte que las caricias,
mas acogedor, mas letal, como el filo de un bello diamante-.

Una mirada, bastó sólo una mirada para que lo comprendiera.
Tomé tus ojos con los mios, los guardé en una caja parlanchina,
soñé que en el sinfín de mis delirios balbuseaba tu nombre,
será por eso que me apegaba a la almohada?
será por eso que nunca anhelo despertar?

-tan sólo una mirada bastó...

Recuerdo el momento en que te cobijé,
y te encogiste entre mis brazos
mientras solo nos mirabamos,
abrazabas mis ganas, y sonreias
mientras yo escuchaba el sónido de los violines.

Eran tus ojos los que hablaban,
y los mios los que ahora escriben...
-tan sólo una mirada bastó...
y el dejar de mirarnos vislumbró el fin de todo...


quien dijo que lo bueno era para siempre?