- Eres de frutos de Primaveras secos,
podridos bajo el inclemente sol de Verano.
Estas hecha de lluvia de siniestros Inviernos,
hojas y musgos de un Otoño agonizante.

Eres la hora de mi libertad primera.
Ansiosa y terrible bajo el supuesto amparo
de mi locura ominosamente santa.
Eres parte mía y te odio por lo mismo,
un tumor ácido dentro de mí afligida alma.

Acerino sabor, a hiel y sangre.

Cuando siento en ti, seguramente
nace un nuevo mal en cada día,
una nueva ingratitud incomprendida,
un flagelo hiriente de la carne.

Estas hecha de placer, de engaños y mentiras,
dulce música de sirenas atrapantes.
Eres un mundo diferente, todas las veces
cambiando cada vez el sino de tus verdades.

Eres para mí como no eres ninguna,
alta fruta roja de aquel árbol prohibido,
mi condenación eterna, mi mal presente,
eres sin lugar a dudas…



A quien amo.