Mi diario: 1/4/06

LA CRUELDAD INFANTIL
En una ocasión había observado a una extraña visitante de ojos grandes, negros como la noche y con un cuerpo no tan esbelto.
Aquella visitante había hecho aparición en mi casa como por arte de magia. No se quien la habrá invitado, ni cual es el motivo de su visita, lo cierto es que parece un poco tímida.
El otro día la vi salir de su escondite, callada y escurridiza. Camino por el borde de la cama y cuando llego hasta la esquina dio un salto hacia la mesa, pero no llego y cayo redondo en el piso, la verdad es que me asuste un poco, ya que pensé que se había hecho daño, pero no fue así, ella siguió con sus pasos danzantes, si, porque camina como si estuviera bailando uno de esos bailes del medio oriente, realmente era chistoso ver como se movía.
Al parecer me he equivocado ya que aquella extraña no es una visita, ella vive aquí, es tan dueña de esta casa como yo. Intente hablarle pero me ignoro, que orgullosa, que arrogante, que se habrá creído.
Ahora estoy seguro de que mi nueva amiga esta loca, ya que ella hace lo mismo todos los días. Ella sale de su escondite, callada y escurridiza, camina por el borde de la cama y cuando llega hasta la esquina da un salto hacia la mesa, pero es en vano, no llega. Que tonta, no se da cuenta de que por más que lo intente no podrá llegar; y es en ese instante en que se me ocurrió una gran idea, me acerco a ella y la agarro con una sola mano y la meto dentro de una cajita de fosforo.
Todos los días vengo y abro la cajita, ella sale de su escondite con prisa e intenta seguir la secuencia y esta vez casi lo logra, yo la agarro y la meto en la cajita.
El otro día me puse a aconsejarla, ya que la considero mi amiga, pero ella nunca me hace caso.
Los días fueron pasando y mi amiga por fin aprendió la lección, yo abro la cajita y ella se queda quieta, no se mueve, no sale de su escondite, simple y llanamente, duerme, callada, con sus grandes ojos y su cuerpo no tan esbelto, afuera de la cajita he puesto un letrero que dice “silencio, no molestar” att la señorita Salamandra.
AUTOR: Jioribel Alberto Villar Báez
Equipo de trabajo e investigación literaria (ETILIT)