Nada queda por decir,
solo que de ti hoy no sé nada,
aunque no lo creas duele.
Si te dijera que hoy te amo más que ayer
o que me enamora aun más tu ausencia,
no lo entenderías.
No sabes, de seguro, lo que se siente.
Esto de vivir pendiente de tu llegada,
es un dulce dolor que saboreo lentamente.
El amor es tonto y ciego a veces.
Solo quería saber si puedes o no amarme,
aunque de esta forma enferma yo sé que nunca.
Pero aquí estoy, sin saber de ti
y la tristeza es mucha.
Será que eso te importa…
Si te dijera
que eres el todo que domina en mi vida,
que eres aire que respiro,
me preguntaras de que libro lo he sacado,
yo diré “mi corazón es quien habla”
y tú reirás…
Pero ya es tarde y de ti no sé nada,
talvez jamás vendras.
Me iré a dormir con mi tristeza
porque de seguro jamás me amaras.
Pero mañana cuando retorne la noche
si vienes aquí me hallarás,
tan solo y triste con mis preguntas
que de seguro jamás contestaras…