PACTO VERBAL


Como la roca
no tiembla ni suspira.
Como no cantan
las sombras del ocaso;
cuando la muerte
que acunaremos juntos
se siente al lado mío
en mi quieto costado;
comprenderé
que toda mascara
se asfixia,
que las manos
se aquietan
ante un ambiguo
espanto,
y que la lengua
se esconde en el silencio,
cuando los brazos
se olvidan de un abrazo.
Y así en la muerte
viviremos tan juntos,
en un pacto verbal
de huesos destrozados,
el presente
perpetuará el futuro
y todo será arena,
bajo los pies quemados.
Un dios que nos ignora
seguirá condenando,
la desnudez más pura,
la belleza del sabio,
y aunque a veces
la tierra se interponga,
la cósmica presencia
del diablo
habrá triunfado…