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Mientras esperaba que ella saliera del trabajo recorría con sus ojos las palabras del afamado pensador y poeta español Antonio Gala, que sentenciaban “lo más discrepante de si mismo es el amor”.

Y es que últimamente no habían sido buenos tiempos para el amor, la pasión y la ternura.

Y siguió leyendo aunque bien pudo dejar de hacerlo porque por la puerta de salida se vislumbraba ya la presencia de siluetas femeninas y entre éstas podía estar ella.

“Sin embargo no hay nada que mate tanto la ilusión como realizarla, nada hay que mate tanto como su total consecución”.

Y la miró venir a la distancia aunque no estaba seguro que fuera ella y siguió leyendo,

“El amante no sabe lo que quiere, mejor dicho quiere todo a la vez, cumplir sus ilusiones y satisfacer sus deseos”.

¿Pero esa figura que se aproximaba era la de ella?

¿Qué es la identidad cuando se ha esfumado el aura que enseña el ánimo de la presencia?

¿Qué quedó de su presencia sin ese brillo que emanaba de sus ojos enamorados?

¿O sería que no era ella, si no él, el incapaz de reconocerla?

Y la miró a la distancia y seguía sin reconocerla. Por eso, y porque últimamente no habían sido buenos tiempos para el amor, la pasión y la ternura, siguió leyendo

“Y qué difícil una vez extinguidos los deseos e ilusiones resucitarlos o renovarlos”.

Si, esas palabras exponían su interior y es que él no era el mismo de otros tiempos. Sus ojos esquivos de su mirar y ella cansada de buscar en vano sus pupilas.

Y en los dos el presentimiento temeroso de que se estaban perdiendo.

Lejos los tiempos en que no necesitaba verla para presentirla, sentirla y encontrarse.

Porque antes podía oler a la distancia su aliento y su perfume. E imaginar en sus manos sudorosas sus muslos húmedos.

No, últimamente no habían sido buenos tiempos para el amor, la pasión y la ternura.

La miró a la distancia y no la reconoció. Suspiro aliviado. No, no era ella y siguió leyendo

“Pero para suerte nuestra, el alma del hombre es como un saco sin fondo. Ninguna obra se remata del todo, ningún colofón tiene estricto derecho a colocarse, ningún escrito exige sin remedio su punto final, ningún viaje puede darse por concluido, ningún experimento toca sus últimas consecuencias, y sobre todo, ningún amante reconoce su sed saciada”
.
Entonces ya no la miró aproximarse, la buscó desesperado entre docenas de mujeres y no la encontró. Sintió que una lágrima nublaba las letras del libro abierto.

No, no era buen tiempo para el amor, la pasión y la ternura.

Y buscando una explicación a lo que sucedía y aun viva la esperanza de que ella apareciera apuró la lectura.

“Pues si, cambian las estaciones y los climas, cambian con ellos los deseos. Y el corazón del hombre no es más que una suma de todos, más grandes cuanto más numerosos sean los que contiene.

Entonces sintió que unas manos tapaban sus ojos, y era ella. Bastante conocía la tersura de esas manos bondadosas. Cerró de golpe el libro y respiró aliviado sintiendo que su corazón latía con renovado brío porque se aproximaban buenos tiempos para el amor, la pasión y la ternura.

Texto agregado el 06-08-2008, y leído por 317 visitantes. (17 votos)


Lectores Opinan
19-08-2012 Me gustó la forma de enfocar un amor elpinero
17-06-2009 nadie te quiere, pero son casi los mismos que te aborrecen,los que te dejan sus huellas... este cuento me gustò, tal vez haya un ser vivo detras de ese muro. pampita
27-01-2009 Precioso texto marx, una honda reflexión que que aún deja esperanzas tras el desaliento. justine
31-08-2008 Has logrado entrelazar dos historias en una, un plano real, en otro más profundo, que se convierte al final en realidad...Vas por buen camino... auiles
14-08-2008 Ya todos los compañeros cuenteros expresaron, seguramente mejor de lo que yo lo haría, lo hermoso de este texto. Unabrazo. galadrielle
14-08-2008 el amor, como las olas del mar, que vienen y van y regresan nuevamente veces de furia brava, veces de calma chicha, de pleamar o marea vacía. Y entre letras se confunde, se le espera, se le intuye; pero llega. Así de rítmico me sugirió este cuento de tan logrado estilo genuino. electroduende
13-08-2008 Muy buena unión entre esos versos en prosa que obligan tanto a pensar, a alimentar la duda; y que sin embargo, aumentan el deseo sobre lo que se duda o que incluso muere cuando se obtiene y pesa la rutina..El final refleja así mismo el alivio, el del personaje y del lector, cuando llega ella y nos sorprende, a los dos.... churruka
09-08-2008 El lector avanza por las letras, del mismo modo que el protagonista vanza en la lectura que lleva mientras espera, interesante juego que nos presenta el autor: En paralelo, en un tiempo breve el hombre lee, el lector sigue el hilo de la historia, se recooce, medita, se sitúa frente a una puerta, siente presencias y se hace el milagro y se cierra este círculo con la magia acostumbrada: "Cerró de golpe el libro y respiró aliviado sintiendo que su corazón latía con renovado brío porque se aproximaban buenos tiempos para el amor, la pasión y la ternura." Estrellas vienen volando para esta hermosa historia que puede ser la de cualquiera de nosotros + un toque de esperanzas. FaTaMoRgAnA
06-08-2008 Grande,amigo.Grande.5* llano
06-08-2008 Me emocionaste hasta las lágrimas, no exagero, es lo más lindo que he leído hoy. Te felicito. Un beso y mis estrellas. Magda (para mí está perfecto) gmmagdalena
06-08-2008 Siento que al final le falta algo. Irinkah
 
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