Había una vez, en una islita situada a noventa millas de un gran país un enorme y fabuloso tesoro natural oculto en algún lugar secreto de tan exhuberante vegetación; era nada más y nada menos que un hermoso Gorilita Albino de quince metros de altura que estaba abandonado en la selva de procedencia desconocida al menos, el monoblancosapiens como lo conocían en la islita había venido al mundo en 1902, estaba siempre jugueteando en los rincones de la selva, se alimentaba de cocos, bananas, peces y frutas, muchas de ellas exóticas; pasaba parte del día ejercitando sus ya fuertes músculos de ramal en ramal, era salvaje, juguetón y travieso; y días más o días menos soñaba con el gran Amor de su Vida: La Princesa MIKAELA, nacida en 1858, poseía la fuente de la Juventud Eterna, la mujer más bella de la islita, escultural morena de 1,95 metros de altura, piel bronceada, toda fibra y brillantez. Ella que aparte de Hermosa era Libre y Salvaje también pasaba parte del día ejercitándose con dura disciplina, sus saltos y bailes espectaculares asombraban al Gorilita Albino, al punto de que una mañana se bañaba en el río, como Dios la trajo al Mundo ella nadaba con placidez celestial en las aguas dulces del manantial, nuestro personaje oculto en la maleza admiraba a su amada escondido en los ramales, esa mujer MIKAELA era lo único que lo calmaba y ese día que era un 26 de Julio de un año cualquiera se escucharon disparos y truenos a lo lejos.
De repente, después de una lluvia de luces y humo entraron al Río miles de soldados vestidos de verde y rodearon con furia y sorpresa a la Princesa; ella con dignidad y destreza se vistió rápidamente y en un salto espectacular blandió la espada de Acero y Níquel Prensado, cuando de repente entre la maleza después de un salto abrumador surgió una figura blancuzca que fieramente se interpuso entre la Bella y los Verdes que por cientos apuntaban sus armas amenazantes. Entre este momento y el crujir de los fusiles pasó un segundo, quizá tres, tiempo suficiente para que el Gorilita Albino agarrara a la Princesa y velozmente iniciara rauda carrera entre malezas, lianas y hortensias, estupefacta la Bella en la gran mano de la Bestia sacó su Arco de Pino y como pudo entre salto y susto de su salvador lanzó cientos de flechas con tal puntería que los soldados caían al piso inmolados por la Bella y sus ojos de fuego. Desde ese día se perdieron en la espesura, más allá de la luz, entre pantanos y ciénagas de noche, a la luz de la luna se escuchaban los Alaridos de la Princesa y la Bestia. Eran ellos dos, como un equipo celeste, en sombras contra los comandos que iniciaron una búsqueda violenta. Pasaron tres largos años de luchas eternas y una mañana del último día del penúltimo mes del año una inmensa red de nylon oscura cayó sobre los héroes que dormían en el césped, se suspendió el tiempo y no pudieron por más que intentaron deshacerse de la trampa. Durante 12 días fueron conducidos por caminos angostos y sitios oscuros, luego llevados al mar encadenados, para ser exhibidos más allá del sol en una enorme ciudad, las personas como locas los veían asombrados, las luces de neón reflejaban el contraste de sus pieles prisioneras: El espectáculo anunciando la Reina Kaela y el BlancoGorila, así los llamaban los miles de personas que pagaban para ver el contraste de estos guerreros que estuvieron en esa jaula encerrados durante largos 24 meses, resistieron con fiera dignidad, con ardua paciencia y con gran esperanza.
Una turbia noche de un 31 de Diciembre de 1958 el cielo se volvió Yoruba, después de un rato el viento se tornó violento y miles de litros de agua empezaron a bajar de las nubes, infinitas ráfagas de rayos y truenos fueron lanzados por Olofin, Olorun y Oloddumare, (los orishas amigos), luego más tarde los poderes mágicos de Changó y Yemayá se enfrentaron sin cesar a los guardianes que cuidaban la Jaula. Uno a uno los fueron apartando del camino, sin ni siquiera tocarlos, los soplaban y los echaban a un lado, como gramas benditas. Más allá de autopistas, edificios y montes Obatalá, Ochún y Elegguá les abrieron la puerta, y construyeron con las gotas de lluvia un sendero de luciérnagas hacia el firmamento, allá el sol, acá la luna y las estrellas, por ese camino MIKAELA y el Gorilita Albino se fueron dichosos y triunfantes, luego después del Mar se veía la Isla…Volverían a esa bella porción de tierra en el gran océano, el olor silvestre de la selva húmeda los despertó de nuevo.
Nota:
Ya basta del Bloqueo Norteamericano al Bravo Pueblo Cubano. Esperamos que la Visión Política de los nuevos dirigentes estadounidenses cambie respecto a la Injusticia Internacional. En esto el peso de la propia Opinión Pública es determinante. En la Isla de Cuba, hace muchos años que reina el Bloqueo Económico, de parte de Grupos Poderosos del Gran Capital, ellos han tratado inútilmente desde el Norte de cercar a un Pueblo Dignificado por el Trabajo, con billones de dólares se han querido ocultar las Luchas Populares y la Disciplina de un Pueblo que ha Sabido Esperar, desde la Legendaria Isla, con el sentir popular del Pueblo y para el Mundo surge este fábula,..., y colorín colorado este cuento aún no ha terminado...
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