Inicio / Cuenteros Locales / Valente / RELATO HÚMEDO
La tarde se me entró en el alma
y toda mi voz se vació en verso,
y un mundo de besos
se me quedó en la garganta
apretándome el pecho,
mordiéndome y nublándome la mirada.
Después un mundo de besos
cristalizó mis ojos,
y te besé con mis lágrimas
hasta empapar tu rostro húmedo,
y no tuviste nada más que darme
que una mirada mojada.
La tarde se me entró en el alma
y toda tu voz se quedó callada,
y el mundo de besos que me dabas
se te quedó apretado en la garganta,
nublándote la mirada,
hasta desahogarte en lágrimas.
Ni una migaja de mi cuerpo
mereció una de tus perlas
y sin embargo lloraste
hasta vaciarte en ellas,
y así con ellas mojaste
toda la tarde aquella.
El mundo pareció llamarnos
y nos quedamos abrazados,
mordiendo el beso mojado
en que queríamos quedarnos.
Pero la tarde entraba en la noche
y nos separaba sin alejarnos.
Después el rumor del río parecía
el mundo estrellándose
contra las rocas en sinfonía,
la que se alejaba, internándose en la noche,
mientras tu mano y la mía
iban unidas y sin reproches.
Atrás quedaba la tarde
y mis dueños que te relaté,
la humedad de nuestras miradas,
y el deseo que en ti encontré,
los versos míos en palabras,
y nuestras palabras calladas.
13.12.76.
|
Texto agregado el 27-04-2004, y leído por 252
visitantes. (0 votos)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|