Clamas por la aurora en tu noche,
aún cuando sabes porque ha anochecido,
y cuando sientes que vives en el día
vuelves nuevamente a perderte en sombras.

¿Por qué juegas en la vida?.
Para perderte en la noche y sentirte en agonía.
Se quedan los recodos de tu camino mirando
el juego que llevas a escondidas.

No juegues niña, no juegues sollozando,
que en el camino te encontrarás perdida
y por la aurora clamando.

Lloras con tristeza pasajera
para terminar riendo
en una calle sin aceras.

Alza las manos y quédate en la luz,
no busques aventuras jugando
por disfrutar tu juventud,
que en la noche te quedarás llorando.

Si en ti pasó el invierno
pues ama la primavera,
cógela en un beso tierno
y lograrás tu quimera.

No busques ya el otoño
ni la lluvia en tus ojos,
y no permitas los retoños.

Escoge el camino
viviendo con luz de día
y no llamarás a la aurora con sollozos.
21.10.76