La inercia de estas horas me habla desde mis entrañas, me dice que arrolle en este instante todo el pasado: que jure, que maldiga, que escupa, que corra, que salte, que viva.
Y mis tripas vibran.
-¡Date vuelta, camina!... ....¡Haz sonar esas cuerdas! - me dice mi voz desde el centro.
-¿No dijiste que..? ¡Levántate, haz sonar esas cuerdas!... ....¡No me quiero venir a enterar de que sigues volando hacia ella!.... .....¡Abre esos ojos, haz sonar esas cuerdas, carajo!
Quiero olvidar los signos de mi sangre, susurros de un río, palabras de flujo eterno. Pero sus premisas están en mi interior y no quieren dejar de recorrerme. No saben callar y se pasean por todo mi cuerpo. Ahora desde mi estómago, mas tarde desde mi hígado, después explotaran llenas de luz dentro de mi cráneo.
Y así… pasan horas. Por la ventana entra menos luz, se oyen pasos afuera, pero nadie se va a acercar a mi habitación.
-Ya sé lo que me vas a decir pulmón. Está bien aorta. Sí, sí cerebelo.
- Que esquive cada golpe, que salte esos abismos, que cruce esos puentes, que estreche esas manos, que escriba esas notas, que emprenda esos viajes, que aliste estos dedos, que navegue esos mares, etc.…
Pero todo lo que amo está muy lejos y no se me hace tan obvio moverme para la derecha, alzar un poco la cara, o seguir quieto. Por eso sueño, sueño y sueño incansablemente. Se abre una puerta y otras se cierran. Por ahí te encuentro, te veo recorrer un espacio vacío y sin color, tus pasos pintarán el piso; y tu rostro estará pálido y tus ojos delineados y tus labios sin pintar pero muy rojos y un poco hinchados. Llueve a tu alrededor y entonces el cielo aparece como la luz de un farol al encender. Así mismo se apaga y te me pierdes.
Una estrella en un charco, un helado, caminar por la ciudad, reír por todo y por nada. ¿Estoy deseando olvidar los momentos que más amé? Cada recuerdo trae consigo una pizca de sal desesperante. Me entran ganas de correr, aunque eso de correr en círculos no es lo mío. Lo raro es que no busco abismos para tirarme al vacío, aunque eso sí que va conmigo. |