Que maravilloso es el mar,
Con sus altas y majestuosas mareas,
Las pequeñas olas vienen y van
A visitarme en la orilla de la playa.
No me canso de sentir la tibieza del sol,
Y el amigable calor de la arena,
Y al caminar en ella,
Siento un gran placer,
Que apenas tengo la capacidad de describir.
Con mis amigos descubrí,
Lo divino que es comer un buen pescado
En la tibieza de la playa,
Compartiendo en ese momento
Con las personas que más amo
En estos encantadores días.
Al caer la tarde,
El cielo se viste de colores,
Que pasan de rojo turquesa a escarlata,
Hasta esconderse tras la gran montaña,
Y de repente sin percatarme,
Las gaviotas se despiden en el cielo,
Para iniciar el día de mañana,
Otro día de jornada
Pero no siempre el mar es amable,
El océano puede ser violento y furioso,
Cuando asechan grandes tormentas,
Y pueden llegar a destruir grandes poblaciones.
El mar debe inspirar también mucho respeto,
No es algo que podemos conquistar,
Ni debemos tentar su furia,
Con nuestro irrespeto hacia la vida
Que se encuentra inmersa en él.
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