No te pierdas
que me pierdo yo,
no te ocultes,
que desaparezco,
no enloquezcas
que pierdo la fe,
cuida tu alma
y tus almas,
descubre tu centro,
y sé excéntrico
con los pies en la tierra.
Abre tus ojos
a los sueños,
despierta a la vida,
aproxima tu rostro
a la llama oculta,
indaga, acaricia,
que los sueños son
materia palpable,
verifica
el color de la ternura,
el campo de espigas
que se ensancha
dentro de ti,
juzga, todos lo hacemos,
viértete en las mieles
de una sonrisa, besa
los labios de la golondrina.
Nace, renace,
multiplica las miradas,
embriágate de palabras,
inúndate de versos,
toca las alas
de los ángeles vecinos,
cumple, como todos,
el ritual de las añoranzas,
únete a la música
del universo,
pinta una esperanza
en el fondo de tus cuencas,
la vida se debate en olas,
confúndete
en esa infinitud sagrada,
abísmate,
no todas las miradas
son iguales
ni todos los soles
sanguinolentos.
Encuéntrate
que renazco,
pide, pide lo imposible,
aún hay fábricas
para esos menesteres,
regresa,
aunque nunca vuelvas,
con saberte pleno,
soy feliz...
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