Ha sonado un arpa a lo lejos,
estando sola
la ha tocado el viento
y una guitarra perdida
ha querido emprender su regreso,
pero la cítara como encendida
le ha mostrado su desprecio
y la deja abandonada
entre los músicos viejos.

Han tocado un violín
y un clarín lastimero,
como unidos en la noche
se encuentran los chelos,
pero un trompón de reproche
a mostrado celos
del piano que en un coche
de notas y de anhelo
enamora a los violonchelos.

La trompeta está llorando
entre los trenes del pueblo,
la música se van estirando
entre unos andenes viejos,
va cantando el poeta,
se va perdiendo a lo lejos,
son sus ojos como veta
tristes y perplejos
que perforan como saeta.

Rompieron el banjo
que dejó un músico andante,
sus pedazos son las notas
que recogen los amantes
y son como flores rotas
que rompieron los farzantes,
triste llora la muchacha
que no encuentra su baluarte
el de su estilo y facha.

Cansadas se ven las cuerdas
de un viejo contrabajo,
triste suspira la quinceañera
que anhela su niñera
al cambiarla por su trabajo
(la vida tiene sus vueltas,
sus altos y bajos).
hay hojas como muertas
penadas por los escarabajos.

Se han dormido los instrumentos
de la conciencia del mundo,
se han dormido los pensamientos
en el sueño más profundo,
se han ido los sueños
con los tristes iracundos,
todo parece pequeño
aunque sea un conjunto
de los más grandes bultos.
27.02.76.