Sucede que en el tiempo
hay vida pasajera,
el tren es el viento
y el sol es una hoguera.

Con las manos en el cielo,
con la vista en las estrellas,
con lágrimas de anhelo
por las cosas bellas.

Son las vivencias del hombre
las que se acercan y huyen,
sufriendo el más pobre,
pidiendo que le ayuden.

Llamando compañía
de los tiempos mejores,
llamando alegría.
(Llorando están las flores).

Es vivir la vida
que el destino dictó,
es soñar con el día
que el sol alumbró.

(Las aves en los montes
poseen sus nidos,
los jueces en las cortes
condenan a un detenido).

Con la ventana entreabierta
me saluda el viento,
por una hoja muerta
está llorando el huerto.

Se va, se va la tarde
Llorando su lamento.
(Las hojas de los árboles
mecidas por el viento).

Durmiendo en su lecho
está soñando un canto,
prendido de mi pecho
está cantando el llanto.

Soy hombre pasajero
como todas las gentes,
soy gente del recuerdo
que vive el presente.

Voy en busca de un sendero
que me lo ha dicho la noche,
lo espero en silencio
y sin hacerme reproches.

Y mientras sigo esperando
ya sé que estoy viviendo,
lo que dije ya es pasado
también lo que estoy diciendo.

Adiós, adiós futuro
ya te vas con el tiempo,
eso eras hace poco,
ahora eres recuerdo.
04.02.76