Parece que me hubieras tomado el tiempo de reacción
Mientras me miras a los ojos
No es una sonrisa lo que muestra tu rostro
Es una expectativa demente, casi maniática
Esperas que resultado proporcione el revolver mi alma

Simplemente esperas
Como aquel perdido que pone las manos a la salida del tragamonedas
Ojos bien abiertos, pupilas dilatadas a lo máximo
Mientras tanto mi mente se retuerce detrás de mis ojos
Alterada como siempre pero esta vez con esperanza

“¿Por Qué?” alcanzo a balbucear
Lo torpe es haber creído que ya había pasado
Tal vez todavía te considero una muy buena persona
Y lo que me has dado fue lo contrario

Un simple susurro y empecé a sudar frío
Es una sensación comparable al miedo
Un miedo crónico al “después”
Un miedo a esas intenciones escondidas
Las cuales suelo ver siempre tarde

Un susurro tuyo, malvado y basado en la demencia
Era el arma que yo no vi venir
Y que me hubiera parecido muy inofensiva
Como para considerar detenerla

Y tú, como si esperaras que de mis ojos se derramara sangre
Tan atenta y cruel, juegas con esa sonrisa maldita
Son más de dos pasos…
Solo esperas mi reacción para sumarla a mi culpa
Y después desvanecer en los ciclos de mi memoria

Yo simplemente lloraba por mejores resultados
Tal vez como calmante para las quemaduras en mi conciencia
Pero tenía intenciones más oscuras, ¿cierto?
No dejarme ir, no porque me amases
Sino porque te es una terrible idea
Que el que me vaya no sea resultado de tu indulgencia.