Hace algunos días estuve literalmente a punto de morir, un médico me pide fríamente como si pidiera una firma para solicitar un tarjeta de crédito, que autorice todos los procedimientos que fuesen necesarios para salvar mi vida. Y es que me queda alternativa, estoy sola en este pabellón, rodeada de instrumentos que intimidan, todo está borroso comienzo a perder el conocimiento, ya no veo a nadie sólo escucho voces, mientras veo una bolsa de sangre colgada al lado de mi cama y siento algo dentro de mi cuerpo dormido por la anestesia. Quizás pierda mi útero si no logran controlar la hemorragia,parece ser poco importante cuando es el de otra persona, pero esta vez me tocó a mi. Siento tan cerca la muerte pero estoy terriblemente tranquila...
Despierto cuatro horas más tarde, ni siquiera se donde estoy pero lo peor aún no ha pasado, los siguientes cuatro días son una pesadilla, me inyectan cada ocho horas, me sacan sangre sagradamente en la mañana antes del desayuno, orino a través de una sonda y tengo agujas en mis dos brazos; que ya están morados.........