Erase una vez un hombre,tan melancólico
que hasta la misma brisa le suspiraba su dolor,
Tras sonrisas malheridas, y mascaras de calipso y dorado
que escondían aquel rostro lleno de dolor.
Vestía una capa oscura, hermosa ante la noche!,
llevaba consigo su gorro de copa,
por si su verguenza tenia que despistar,
ante la mirada desganada de la gente que caminaba.
Cuántas veces lo vi caminar con su cayado,
para disimular repetidamente ese bochorno,
ese martirio de tener que esperar sin fin a su querida,
¿donde perdistes su rastro hombre desesperanzado?
Tras iluminadas calles repletas de faroles
ese hombre espero a su amada.
¡Cuánto soño verla regresar con su vestido esmeralda
y con esos aros de perlas de ormuz que le regaló!
Y sigue esperándola,
y sigue lamentándose,
¿porque nunca la apreció?
¿Volvería a verla alguna vez?
Y aún cuando paso veo la sombra de ese hombre que la espero...
todavía puedo sentir sus lamentos y llantos,
y me lamento por él.....
¿Quién se merece morir de amor?