Me he podido constatar,
como cada día se pone más frío,
y veo nacer de lo alto de las nubes
pequeñas gotas carmesí que alivian penas.
Ante grandes nubes plateadas,
que poco a poco van desprendiendo
esas lagrimas difusas,
que me recuerdan a la tristeza del desengaño.
Y ese gélido aire de Abril,
que entra sin permiso por mi ventana,
ha plasmado como un suave silencio
el susurro de tu habla.
Y no siento mas dolor.
Mi vida está atada a tus cadenas,
y soy un feliz prisionero de ellas,
no calculo escapar, ni huir.
Aún puedo oír esas gotas colapsar,
chocando con mi amplia ventana,
y no puedo evitar sonreír al pensar
que tu también las escuchas a lo lejos en donde estés.
Son sólo unos días de mal tiempo,
se que pronto se irán,
despues de las nubes sale el sol...