Se desprenden en un arte de hojas y de savias. Crecen; se ramifican entre el follaje; insisten en ascender hacia los cielos, rozando la gloria de estar vivas; se nutren; nos oxigenan en verdes resplandores, alimentando el núcleo de la vida. Se bifurcan en esas enmarañadas ramas; avanzan; reproducen corolas y pistilos; se hacen calles; tormentas; ponientes, sollozos de lánguidas lloviznas agitadas por los vientos; intensas; aterradas; complacientes. Sus brazos de madera caen sobre una ciudad desnuda abrigando itinerantes cuerpos; mientras, la oscuridad exhala esos perfumes que se enredan cada noche en imperceptibles vuelos de otras almas...
Texto agregado el 27-04-2004, y leído por 299
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Lectores Opinan
30-04-2004
De donde sacas esa inspiracion y esas cadenas de palabras tan, tan, sublimes. Eres genial. Me gusta. Besos franlend
28-04-2004
Cuanta belleza en unas pocas palabras de lo mas bello felicidades. un besoooo. gatelgto
28-04-2004
Te quedó precioso!!! Imágenes aromáticas juegan su luz en cada verso. Cariños shou
28-04-2004
¡Esa es la yerbabuena que del corazón nace! maravillas
27-04-2004
Tusilata le hace honor al nombre, por ser una lata que no mira la belleza de los escritos, sino piensa que es Zeus para escribir... Lastima perder el talento de esa forma... Besos Ana adelante y demuestra que puedes escribir muchas cosas mejores... yo sé que puedes... Besos nena!!! JOSE