Llévame por entre la lluvia
en esta noche de invierno tardío,
para encontrar las verdades ocultas
y sentir tu peso como el mío.
Llévame lejos, al Sur y por entre la lluvia,
para que en un charco que haya olvidado el viento
vea mi rostro oculto del frío,
y en una noche de invierno tardío, sin aliento,
traspasar la oscuridad y sentirme perdido.
Llévame más allá de todo y de la nada,
para encontrar más que nada un vacío
donde no hayan almas pecadoras,
ni espíritus y sentimientos sombríos.
Llévame hasta donde pueda respirar
sin pedir ayuda ni hablar de morir.
Quiero llegar hasta donde cante la lluvia
y el viento llore de alegría,
hasta donde las hojas de los árboles rimen
y bailen en armonía
al compás del canto de los peces
y el trinar de una rosa perdida.
Quiero ir más allá de donde murió el agua
y se hizo astillas la brisa herida:
(Se enamoró de un Señor llamado Sol
el que no la quiso y la dejó encendida).
Mejor me iré al Sur, pero al Sur,
donde el carbón tiñe los pulmones,
donde el viento siempre es tardío
y se esparce como rumores,
donde una lámpara de luz
es acompañada por el frío.
Ahí quiero llegar, para ser el que en verdad soy
y no fastidiar el peso mío,
diciéndome que por estar estoy
sin ser nadie en la vida y pensando en morir.
Automotor, contigo me voy...
¿Al Sur?. No, a mi tiempo de vivir.
14.11.76
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