Ya pronto dejaré mi día
para adentrarme en mi noche,
y me iré lejos, muy lejos
donde no se siente el viento
y uno no se ve en los espejos,
allá donde no hay sufrimientos.
Ya no me verán las estrellas
porque no estaré como soy.
Pero antes miraré el paisaje
por última vez antes del viaje.
Me iré, ¿hacia dónde?. No lo sé.
Ya está cayendo mi noche
y la tarde pesa en mi espalda
como atmósfera, como nubes blandas.
(Señor, caballero me llaman algunos,
porque hablo con vaganbundos
y doy una frase a pordioseros).
Mendigaré mi vida y le diré Señor
a quien me dé un minuto.
Se me pasan los días y vivo,
Y mi risa por mi cuerpo guarda luto,
porque después mi risa habrá sido,
sólo un luto por vivir,
cuando en mi noche doblen las campanas
y cuando se dejen de oír.
(Ya el gorrión se ha dormido
y si el gorrión se duerme,
también tendré que dormirme yo,
y cuando duerma y sueñe,
me soñaré recordando el que soy).
De mis labios soñolientos
y con la primera estrella
comenzará mi canción,
no soy como el Cisne, no será bella
pero me dirá mi propio Adiós:
"Me voy larara la ra al fin,
vagaré la eternidad.
Huumm huumm".
Y cuando el cielo esté todo lleno de estrellas
callará la Canción de mi Adiós,
se me olvidarán las penas
y ya no tendré dolor.
Sé que mi noche viene y la esperaré,
como esperé a una mujer,
porque mi noche sin ser noche
tiene nombre de mujer.
"Viví, como todos, viví
y hasta ahora sentí el calor de vivir.
Huumm huumm".
Ya mi Canción comienza a flotar,
y mis labios se preparan para cantarla,
y así las sombras me encontrarán cantando,
y mi río llegará al mar de sombras.
Sé que el día se me va,
más yo cantaré.
Los días algunos se oscurecen
jóvenes en primavera
y las noches llegan pronto
cuando no se esperan.
"... Ya no esperaré la aurora de ver
mis siembras florecer.
Huumm huumm".
Y con la primera estrella
mis lágrimas serán Mi Canción,
y todo mi cuerpo oscuro cantará,
para callar con la última estrella.
Cuando yo esté en mi noche
ya no seré mi canción,
ni cantará mi cuerpo
porque habrá dicho Adiós,
con las doce campanadas
de un negro reloj,
y doblarán las campanas
con la última campanada
de mi corazón.
18.11.76
|