Jacinto venía fuerte y cuando quizo frenar pués la barrera estaba baja, la pata se le hundio hasta el fondo, es decir se quedo sin frenos llevandose la barrera puesta ocacionando un accidente fatal.
El tren arrollo al Fiat ciento veintiocho de Jacinto, con su suegra a bordo, el jefe, y una vecina terrorista que desea culparlo de pedófilo,
increíblemente Jacinto salió expulsado en la colicón mientras que el resto perecieron calcinados puesto que el automivil explotó ardiendo en llamas.
Inmediatamente por estar aturdido tomó asiento a un costado del anden, pero dió la casualidad que una persona, que publicamente lo odia tanto,
cruzó las vias para ver el accidente y fue enbestida por una locomotora que circula por la otra vía.
Después Jacino volvió a su casa, libre de culpa y cargo, algo herido, y se encontró con la agradable sorpresa de que allí lo estaba esperando un amigazo de toda la vida, apodado el carnicero de Sarajevo, profugo, puesto que recientemente se hubo fugado de una comisaría en Bahía Blanca donde estaba alojado, culpado de crímenes aberrantes de lesa humanidad en la pasada época de la dictadura militar.
Demás esta aclarar que Jacinto ofresió ayuda permanente otorgandole alojamiento en su hogar.
Ellos en la cena antes de comer siempre recuerdan a Menendez, que cumple cadena perepetua en una carcel común por el mismo motivo, nunca ahorrando lágrimas de desesperación para brindar por su memoria.