Ayer me arrimé a tu mirada, las voces tibias de tus ojos emanaban una pausa exquisita a mi corazón.
El trago alcahuete murió en tu boca, pero en la mía dio pasos a temas púdicos de flores malditas.
El sentido pleno de pieles aromáticas trajo las miradas agradecidas, cuando el no se vuelve súplica y el sí un abismo.
Voy y vengo en tus gemidos, de hadas tiernas y noches extranjeras, que dejas volar a tu antojo y sembrar en el futuro.
Texto agregado el 26-07-2008, y leído por 139
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Lectores Opinan
08-11-2008
Me parece de un gusto exquisito "me arrime a tu mirada"y sembrar en el futuro ***** shosha