La vida no esta aquí está ¡beyond! ¡más allá! ¡más lejos! ¡allá! ¡donde la mierda es mierda [y no respiración regular, y no sexo zoofílico]! ¡Esta allá! ¡vamos! el vómito viene. Esos papelitos que uno cambia por el trueque de continuar viviendo. Esos papelitos de colores que se llaman billetes son emisarios de Dios. Son la Fe. Son la Madre Teresa de Calcuta. Son San José María Escribá de Balaguer. Estamos viviendo aquí por ellos. Por todos. Estos y la pantalla de literatos. Estos y su pantalla de revolución con cero Dios. O con todo Dios. Porque no creían o porque no querían. Papá Asturias está allá en el cielo preguntándose como se vió en el Nobel por decir Indios. Por decir desadaptados. Por decir mierdas a su mierda de pueblo. Tesisficar una resma de hojas por saberse nacido en un país podrido como este.
Aquí en el mercado de Mazatenango se podía respirar la fútil rapidez de la vida. Somos imperialistas que se comen a los humanos para conseguir un shuco dos o tres quetzales más barato en la otra esquina, con el otro shuquero [du bist, was du isst*]. El mundo estaba ahí, en el mercado. Vagabundos, prostitutas, abuelas, mamás, hijos, esposos, vendedores, dealers, junkies, pushers, lustradores, proxenetas, pederastas, homicidas, ¡mujeres! ¡mujeres! ¡hombres! ¡les hommes! ¡les femmes! ¡c'est tout!. Nuestras familias y el intento de una novela socialista como Dostoievski; aquí transmitiendo desde el miedo y el horror, desde el dolor de estar vivo y el no ser de estar muerto, cambio y fuera. Desde el segundo piso de un negocio de fotos vi al mercado y a su vaho destructor. El mercado a las seis de la tarde con algarabía de pájaros cantores negros como el negro ángel polutor de los ruleteros, los pájaros gritan como niños cuando el sol se va, ¿te has fijado?. Niños costrosos que te imploraban la prolongación de su innecesario [y aún así reaccionario] sufrimiento con un pedazo de metal galvanizado. La vergüenza: una mayúscula pústula de puta madre sobre la cabeza de todos. La que lo obligaba a hablarse en tercera persona y a usar artículos indefinidos para decir: yo no estoy [aquí/vivo/...].
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