Me rodeó una estrella en el pasado dejando el cielo huérfano de luz, iluminando mi sencilla silueta, que apagada, ella la iba rozando. Hubo un tiempo, donde las estrellas hablaban conmigo. Me enamoré de todas sus palabras; cántaros de fino barro eran sus ojos, melodías angelicales los suspiros. Guardé en mi alma aquellos antojos. Hubo un tiempo que las nebulosas danzaban en el firmamento. Me bajé un suspiro y besé sus ojos, abracé su corazón herido junto al mío. Volé hasta el cielo en su alma dejando correr la vida por el lecho del río. Hubo un tiempo donde floreció el amor....donde las estrellas lucían más que nunca y vestidas de gala bajaron a mi encuentro.
Texto agregado el 25-07-2008, y leído por 120 visitantes. (3 votos)