Hoy, podría obligarme a escribirte
Mañana, lo leería con hastío
Por hablarte de mí esperanza tan incierta
Vagando entre mundanos recuerdos adheridos
Hoy, podría regalarte mil canciones
Mañana, callaría lo que es mío
Para salvar mi corazón de tu tormenta
Que se hunde en tus sueños asesinos
Hoy, podría saber como ubicarte
Mañana, huiría en mi escuálido navío
De un puerto que sin faros me tienta
Y que de lejos me llena de acertijos
Hoy y mañana poder encallarte
En el triunfo de saber que no hay olvido
De mi alma siempre humana, siempre escueta
Para un ángel que llego para mi alivio.
Texto agregado el 27-04-2004, y leído por 156
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Lectores Opinan
27-07-2013
Felicitaciones por el poema. Está fabulosamente escrito. pepar