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Cruzando el bosque

Sentado al pie de la copa de un árbol en medio de este bosque, yo la estaba esperando hacia ya mas de 2 días, sabía que ella iba a pasar por aquí tarde o temprano, y yo quería estar aquí para recibirla y despedirme de ella como corresponde.
El sol ya estaba ocultando, el atardecer se aproximaba pero ella aun no llegaba, yo la iba a esperar de todas formas, no importa el tiempo que pasara.
La noche consumía mis ojos lleno de estrellas, las nubes se dispersaban en el eterno firmamento, casi no se notaba la presencia del viento, aunque para las ramas de los árboles era casi imposible esquivar su presencia, los ruidos de los animales salvajes del bosque formaban una dulce melodía, que con el correr de los minutos hacia que mis ojos pesaran cada día más. Hasta lograr que mis ojos se durmieran, pero mi alma, aun no...
Me dormí a mitad de la noche, cuando todo aun a mí alrededor se mantenía despierto. Al otro día, me despierta la calida caricia del sol, esa brisa del viento de una mañana de septiembre, y la nariz fría de un inocente conejito que por allí pasaba.
Pero algo estaba pasando en el bosque, a mi alrededor, mas precisamente, algo se movía en la invisibilidad de mis ojos, no eran animales, eso lo podía sentir, era el olor de una persona, era el perfume de una coqueta mujer, pero no se podía ni ver ni escuchar a personas cerca del bosque, no podía verlas, era muy raro sentir esa sensación en pleno bosque, supongo que parte de mi aun estaba durmiendo y estaba soñando.

Ella aun no aparecía, pero presentía que estaba cerca de mi, podía escuchar sus pasos y tenia bien en claro que esa sensación no era un simple sueño, me levanto bruscamente y mareado para salir en su búsqueda, no me quería alejar mucho de aquel árbol, ya que he pasado los últimos 3 días allí, esperándola. Camino a paso aligerado, de vez en cuando echaba un vistazo hacia atrás, sin perder de vista a aquel árbol, cuando volteé la mirada nuevamente hacia delante, la veo, la veo a ella acercándose a mi con un vestido largo y blanco, como si fuera de novia, su caminar pausado, como dudando de venir hacia mi hace que yo deje de caminar, para empezar a corres hacia ella, ella solo sonrió y se dejo atrapar por mis brazos y mi alegría al verla.

Sin mucho asombro, me dice:

-Estuve caminado todo este bosque y sabía que te iba a encontrar. Sabia que me estarías esperando, es por eso que me puse mi mejor vestido como para que la despedida sea mas grata para los dos.
Yo si que me quede asombrado por lo que me acababa de decir, no esperaba que ella me estuviera esperando, pensé que la situación era al revés, pero eso ya no importaba, la tenia a mi lado como yo quería y tanto deseaba.

-Así es mi amor, te dije que te iba a acompañar hasta el fin del mundo y así va a ser, acá estoy, esperándote hace ya 3 días, pensé que ibas a venir antes, pero ahora lo importante es que estas acá conmigo
-¿Hace ya 3 días? ¿Desde hace 3 días que estoy caminando? Parecía que haya caminado más tiempo, pero bueno, valió la pena este último sacrificio.
Ya fue suficiente de mí, hasta aquí, creo que he llegado, esta es la última vez que te veré el rostro desde este lado del mundo, y para ti, también lo mismo. Lo siento.
-No tientes por que sentir nada, es así el destino, la vida y la muerte aunque no parezca, van siempre de la mano, esta vez nos toco a nosotros, ya no podemos hacer nada para cambiar el destino que hoy nos toco vivir.

Me contaron que este era el camino que tenia que tomar para poder verte por ultima vez, ya que nuestra despedía no fue muy grata la vez que nos vimos a los ojos, entonces decidí cruzar este bosque para poder despedirme de ti antes de que sigas tu rumbo.

-A mi también me dijeron que este era el bosque que me llevaría hacia ti, pero no creía en lo que me decían, pues no podía pensar que te podía llegar a ver después de lo que paso, pero no pude con mi genio y opte por seguir a mi instinto y aquí nos encontramos nuevamente, pero será la ultima en tierra firme, ¿verdad?

En ese momento un calido clima nos atrajo y soltamos simultáneamente una pequeña risa, yo solo reía para no llorar, un nudo mas fuerte que el amor que sentía por ella estaba atado a mi garganta. Nos tómanos de la mano y sin dejar de mirarnos caminamos hacia ningún lugar, fuera de ese bosque. En ese momento estaba ciego.
Caminamos por horas y horas sin soltarnos de la mano y hablando de todas las cosas que nos quedaron pendientes, hablando de cosas del pasado, buenas y malas, pues ya es el pasado y a ningunos de los 2 nos importaba mucho eso, ahora solo queda el presente, el cual es lamentable. Y el futuro, es verdaderamente incierto sin el uno con el otro.
Ella me admitía todo lo que yo estaba diciendo, de que nada va a ser igual sin ella, y que es absurdo seguir viviendo, pero ella me miro fijamente a los ojos y me aprieta fuerte la mano y se para en frente mió y dice:

-No quiero que cometas más errores, no seas ingenuo y seguí con tu vida, no te digo normalmente, pero mira para el frente y seguí tu camino, es lo único que te pido y que deseo que cumplas, tómalo como ni ultima petición, ¿si?

Dude por un segundo lo que me había dicho, no se si seria lo correcto dejarla ir así como así, pero le dije que solo iba a probar lo que seria vivir sin ella en la tierra, aunque sea por un tiempo, pero nada más que eso, solo un tiempo.
Ella acepto el trato, pero dijo que me iba a estar vigilando desde donde sea que estuviera, tome eso como un desafío más que la vida puso en mi camino, otro obstáculo más que tuve que saltar, pero este era diferente, este no era saltar un simple obstáculo, este era dejarlo ir, ver como se iba una parte de mi vida, una parte de mi alma se iba con ella una vez que solté su mano para que cruce ese río, el río que dice que se llama:
“El río de la muerte”, ya que los mismos que me dijeron que la iba a encontrar a ella acá, en este bosque, tendría que cruzar ese río una vez que traspase el bosque, no esperaba ver tantas personas en la misma circunstancia en la que estaba mi amada.
Era algo triste ver a personas que jamás viste en tu vida, pero que las ves cuando ya solo son almas cruzando al otro lado de la vida.
Personas como yo estaban a la orilla de ese río, personas con almas, personas con sentimientos, personas sufriendo.

Ella no paraba de mirarme mientras se subía a un vote, y una ves allí, tampoco dejaba de mirarme, antes de que desapareciera su figura por completo pude ver como agitaba sus brazos de un lada hacia otro, yo repetía sus movimientos, llorando y con mi alma en pena.
Me puse a pensar una vez que ya nadie quedaba a mí alrededor, nadie vivo ni muerto, de quien va a ser quien me acompañe a cruzar este bosque una vez que yo sea el que se quede sin alma.
¿Pero para que esperar tanto tiempo, no?, ya me encuentro acá, la persona a la que ame toda la vida se acaba de marchar.
Lo siento amor mió, pero voy a tener que romper la promesa que te hice, la de probar vivir sin vos.
No hace falta molestar a nadie para que me acompañe, ya que la persona que quería que me acompañe ya lo hizo, me trajo hasta acá. Caminare por este río hasta no tocar el frío barro que lo cubre, tal vez allá abajo halla algo para mí

Texto agregado el 25-07-2008, y leído por 289 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
25-07-2008 Vale, la narración es fluida y lee bien, con ganas. auiles
 
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