, macha! Pero yo seguía y seguía manejando en la carretera donde se estaba haciendo de noche. Omar dormía contra el cristal mientras Chichis y RiberQueen se pasaban la caguama, Islandia no sé dónde estaba.
Nada: carretera, más carretera; las luces lejanas se hacían cercanas y después lejanas en el retrovisor; rápido, más rápido, jalando de vez en cuando el cordón de la chicharra que las hace gritar y reír en su borrachera: trailera, traileras.
A lo lejos un poblado, un poblado lúgubre en medio de un desierto cruzado por una carretera en donde hay un tráiler con cuatro lesbianas y un guei que se quedó dormido.
Una tripa, suena y chilla, no es mía, aunque me hace pensar en que tengo hambre. Chichis Glam exclama “t o o r t a” de esa manera parsimoniosa que sólo Chichis tiene.
Nopales. Cables. Alambre de púas. Una flecha negra. vel. max. 70 km/h. Tenedor y cuchillo 1 km. Y a poco una desviación. Doy la vuelta en chinga ¡¡¡No traes un vocho, pendeja!!! Omar ya no duerme.
El poblado no es poblado, es un paradero para hambrientos, borrachos y calientes: NOSOTRAS. Toni´s, Lupe, Fas fud, Mi ranchito, Abierto-open y a la orilla del camino, en frente de cada puerta, un hombre vestido de Alaska. Ropa negra, pelos rojos, zapatos a cual más raro. Me miran, nos miran (y todos me miran, me miran, me miran, porque sé que soy linda, porque todos me admiran) y nos aparcamos frente a una fuente de sodas que tiene un letrero que se prende y se apaga: 24 h as.
Un tipo de mala cara nos azota una sola carta; una pareja besa y platica, platica y besa junto a la barra. Pedimos de cenar, de beber. Bebemos y cenamos, ellos nos hablan, nos están hablando. Rentan un cuarto para pasar la noche, todos deciden que vayamos con ellos. Si todos van, yo voy. Voy.
Una sola cama, quinsais, somos siete, unos sobre otros; estoy sobre la panza de Islandia con RiberQueen sobre la mía. A mi lado Omar está roncando. Hablamos pendejadas y nos reímos, esperamos que amanezca y no dormimos. Todos hablan, unos con otros o solos. El hombre –Fernando, se llama Fernando- está manoseando a Omar. Omar ya no duerme. Se tocan, se tocan ¡se están tocando! Todas nos atacamos de la risa y gritamos de la emoción haciéndoles burla.
Islandia ¿por qué estaban las Alaskas en la carretera? Porque esperan a que... habla y la miro, pero no entiendo nada, ellos están jadeando y yo me río:
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