“Quisiera comenzar –como dijo Ralph Nader, un abogado y político estadounidense- con una premisa muy importante que dice que la función del líder es producir más líderes, no más seguidores”. Y es que el liderazgo, a mi manera de ver, implica una habilidad para conducir primero la propia vida hacia un fin de plenitud y excelencia. Luego de haberlo hecho con nosotros mismos, podremos conducir a otros a ser quienes quieran ser, conducirlos hacia el fin propio de cada uno de ellos, el cual no necesariamente es idéntico al líder, pero quizás sí tiene el mismo fin.
El problema es que, en el mundo de hoy día, nadie tiene un fin, nadie sabe lo que quiere, nadie sabe lo que anhela, que es lo que busca, que es lo que ama. Las personas de hoy se conforman con lo primero que pase enfrente de ellos solo por comodidad, aceptando hasta lo que les parece incoherente, lo que está mal, sin ningún ánimo de cambiar para mejorar.
Por eso, todas y cada una de las que están sentadas mirando hacia aquí son líderes formándose para pararse frente a un micrófono y decir lo que hoy yo vengo a decir: SEAN EL CAMBIO QUE QUIERE VER EL MUNDO, SEAN AQUELLAS PERSONAS QUE SU CORAZÓN LES DICE QUE SEAN, SEAN UN LÍDER MÁS.
Y es que en realidad, el universo está lleno de personas que hacen más para evitar lo que temen que para lograr lo que desean. Millones de almas necesitan hoy de esa voluntad y ese amor que nosotros podemos darles. Pero para ello, es precisa una actitud que nos haga ver la vida cada día como una gran oportunidad para demostrar que lo que parece ser imposible, en grupo sí se puede lograr. Es por ello que el mundo necesita ver esa capacidad de transformar la visión de cada una en realidad, de transformar un sueño en realidad, y no dejarlo mediocre y cobardemente en el sueño mismo, en sólo el sueño. El mundo espera esa mano de hierro en el guante de terciopelo, espera a aquellas personas que lo guíen hacia un fin común y que puedan lograrlo porque saben que lo pueden lograr y porque están dispuestos a dar la cara y decir que sí se puede lograr. El mundo necesita de esas personas que sean valientes, y eso no significa que no tengan miedo, sino que sepan que existen cosas más importantes que el miedo, y lo sepan demostrar. El mundo quiere que las personas aprendan la lección de la vida venciendo el temor día a día.
Vengo aquí a decirles que sean como la fuente que se derrama buscando sus ideales y ayudando a los demás a que los encuentren también, y no como el agua del tanque que siempre es la misma, que no se mueve, que no se alegra, que no busca y que por lo mismo, no encuentra. Y es por ello que quien no sabe lo que busca no entiende lo que encuentra. La meta que cada una se trace no es una mera y simple explicación o una aclaración de un anhelo, es la creación del anhelo, es el tenerlo e inspirar a otros a llegar a él, es la perseverancia que nos hace confiar en nosotros mismos y en los que nos rodean y saber que somos capaces de seguir adelante por nuestro propio esfuerzo y dedicación.
Liderar es crear aquel mundo al que las personas deseen pertenecer. Es ir creciendo conforme vaya pasando el tiempo en un círculo de lealtad y eficiencia, en un mundo de compañerismo y ayuda mutua, de respeto entre todos y cada uno de los que forman este mundo, sin necesidad de imponer nada, escuchándonos entre todos, ayudándonos entre todos.
Por eso, construyan un mundo de amor, un mundo de perdón, un mundo con valores cimentados, un mundo donde la pasión de lograr ese ideal haga que todos y cada uno de nosotros saque lo mejor de sí, hagan de ustedes una persona verdaderamente grande dándose una oportunidad de descubrir su propia grandeza, sus propias virtudes, una persona que sepa encontrar sus sueños, sus anhelos, y sepa a dónde quiere ir, y que entonces, en ese momento se ponga de pie y comience a caminar hacia allí. Hagan de ustedes una persona que esté dispuesta a correr riesgos, a seguir ciertos caminos y abandonar otros para poder alcanzar las metas propuestas.
No quisiera terminar sin antes decir que para ser un líder, uno tiene que querer serlo, y querer que la gente sepa que quieres serlo, porque nadie quiere seguir a aquel que no sabe a dónde va, que no sabe lo que quiere, que no sabe que sueños tiene, o si es que tiene sueños y si es que quizás los seguirá. Y es que es precisamente eso lo que hace que todas seamos líderes: porque nadie te lo da, nadie te lo regala; LO ESCOGES TÚ.
Muchas Gracias.
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