Atados como bolas de rosario o como collar de perlas genuinas se amarran los recuerdos en la memoria como botes viejos en un muelle enmohecido. Los recuerdos se reparten en pedazos sobre un cuaderno en unas cuantas lágrimas en unas bullentes risotadas en unos dolores de piedra. Recuerdos amados recuerdos odiados son como estrellas en el firmamento de mi mente se reparten como árboles en un bosque interminable son como piedras en un desierto o flores en una estancia florida sobre la primavera de la vida se tienden a dormir los recuerdos.
Texto agregado el 23-07-2008, y leído por 156 visitantes. (3 votos)