He de encontrarme en tu mirada
como un viejo signo
y devolverte en mi mirada
a tu lecho
nada ansío de ti
sino buscarme en tus ojos
y que te localizes en los míos
porque según aquel profeta ciego
todo está previsto
pero mirarnos
(mirarnos y tocarnos)
no le corresponde a nadie
si no a ti y a mí.
Texto agregado el 23-07-2008, y leído por 164
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