BREVE CONSIDERACION SOBRE LA ATENCION A PACIENTES CON VIH/SIDA
JESUS QUINTANILLA-OSORIO.

“Una caminata de mil millas, empieza con un paso”, dijo el gran filósofo Lin Yu Tang. Y parece que los seres humanos no hemos podido dar un sólo paso en nuestro entendimiento de la realidad cotidiana, en particular, cuando se trata de quienes padecen enfermedades como el síndrome de inmunodeficiencia humana y padecimiento asociados, como el sarcoma de Kaposi.
Hemos olvidado que pertenecemos a la misma raza humana, y por ende, estamos expuestos a sufrir males que rebasan nuestros prejuicios, y que debemos ser solidarios con quienes lo adolecen.
Lamentablemente, los pacientes seropositivos son los más expuestos a la incomprensión de sus congéneres por la tela de prejuicios construidos alrededor de estas enfermedades.
La atención sicológica a las personas con el VIH o SIDA debe contemplar actitudes de apoyo, y no de juicio o sermoneo. Ayudar al paciente a aceptar su enfermedad, y enfrentarlo al “bien morir” con una actitud madura, es enseñado a vivir con su mal.
Cultivemos un espíritu de amor y comprensión entre los profesionales de la medicina y el público en general hacia quienes enfrentan estos flagelos de la raza humana.
Construyamos redes de apoyo entre familiares, amigos, y aún con los enfermos desconocidos de los hospitales que sufren la discriminación y el desprecio de quienes se sumergen en falsas ideas y peores sentimientos. Seamos sensibles para brindarle una sonrisa que los cure del rechazo, los lave de su soledad, y les enseñe el valor de la amistad como un eslabón que nos una como seres humanos.
Así, estaremos forjando un camino para una sociedad justa y humanitaria.
Demos hoy el primer paso.