¿quién no ha soñado con ser un rey, un famoso ó ir a la luna?, pues, en un pequeño rincón del mundo, un joven soñó con ser un famoso rey en la luna; pero a medida que fue creciendo descubrió que existe una barrera entre lo imaginario y lo real, y por ende su vano sueño no podía ser real.

El joven resignado llegó a la madurez y vio que jamas volvería a las épocas en que jugaba con tanta libertad antes de convertirse en un esclavo mas del mundo laboral.

Pero también descubrió que si uno no se coloca una meta en la vida, no se haría vanas ilusiones con su devenir, por que al parecer el futuro de algunos ya está escrito, y no precisamente como uno quiere...

Es curioso ver como pasa día y noche, ver gente ir y venir de un lado para otro sin saber con exactitud ¿a qué carajos vino al mundo?. Que desde pequeño le hayan impuesto un tal "jesús" y así...

Hay quienes crecen con mas comodidades y otros deben lidiar con obstáculos para conseguir lo de su necesidad. Es injusto pero ni yo, ni tú, ni el joven pueden cambiar ésto.

Pero este Joven de destino monótono resalta la anécdota de un amigo suyo quien renunció a la educación media para poder cuidar a su abuela antes de que la llama de vida que le quedaba a su abuela se extinguiera, su futuro está aún peor ya que no culminó la educación.

Pero lo que el Joven aprendió de su amigo, en relación con la pregunta de ¿a qué venimos?, es que si cada uno de nosotros como seres humanos que somos, si no nos aferramos a creer, realizar, o entregarnos a alguien, no creeríamos en el limbo ni en el purgatorio, porque ya estaríamos atrapados en él...

(ajá, apuesto a que el titulo los atrajo acá)