No lo noté hasta que fue demasiado tarde.


Siempre fui feliz, pero poco a poco comenzó a envolverme, sin notarlo me fue apresando. Hasta hace muy poco era feliz, pero luego noté que ya estaba atrapado, atrapado en las apretadas garras del olvido, oscuras y molestas, apresantes garras que no te dejan ir, lo noté cuando desperté.
Pero ya no podía zafarme. Me di cuenta de que al principio fue un lindo sueño, pero poco a poco fue cambiando hasta transformarse en pesadilla. En realidad nunca fue sueño, sólo estaba enmascarado. Siempre fue igual, pero no lo noté a tiempo para despertar. Ahora sigo dormido. No puedo soltarme, moverme, escapar. No siquiera puedo aullar, gritar, hablar, susurrar.
No puedo pedir ayuda. Ni un susurro de socorro. Nadie logra darme un aliento de esperanza. Los únicos que podrían ayudarme tienen peores cadenas que yo. Por lo menos mis cadenas me permiten ver. A ellos no les permiten nada.
Nada...

Sólo hay uno que puede ayudarme.
Pero temo que no quiera hacerlo, o tan sólo me engaño, porque sé que sí lo haría, si se lo pidiese.
Tal vez no quiera ser rescatado.
Mas las sombras me atemorizan.

Ayúdame.
(i whisper)

Ya que no puedo ayudarme a mí mismo.





G
09.07