Comprendido estuvo entonces el hecho de que solo fue la despedida en su vida. Que todo lo que habian vivido juntos, lo habian hecho porque la vida se le acababa. Si fuera de otra manera, las cosas nunca hubieran sido como fueron. Solo fue la nota al calce en su vida, la postrimeria, la postdata, la efimera ilusion de hacer a alguien feliz, y aquella sonrisa en aquel funeral declaraba que lo habia logrado. Su muerte trajo tranquilidad, que aunque no era felicidad en si, era facilmente confundible. Ahora el hombre duerme tranquilo...