Intento escribir algo profundo acerca de un hombre que me ha enseñado todo en el mundo, desde orinar de pie hasta disfrutar de una taza de café; desde amararme los zapatos hasta a ser un hombre de honor.
Intento escribir algo profundo pero solo veo palabras absurdas de lo que el ya sabe de mi y de lo que yo se de el, pero es difícil describirlo, es un misterio para mi. Trato de imaginar lo que hay en su mente de hombre maduro y en mi mente de joven inexperto, pero no alcanzo a discernir lo que a el le gustaría escuchar o lo que a mi me gustaría decir.
Intento escribir algo profundo y busco en mi mente, pero solo puedo recordar.
Intento escribir algo profundo de aquel que es un hombre honrado y leal, del que a veces no soy su fiel reflejo porque la vida no me ha pulido lo suficiente para llegar a su brillantez.
Intento escribir algo profundo y cuando creo que lo he logrado lo leo nuevamente y pienso que es un fracaso. ¿Pero que mas da, si así son los sentimientos de mi confuso corazón?
Intento escribir algo profundo pero solo puedo decir que de todo lo que tengo en este mundo, de mi mismo y de mis pensamientos, y de todo aquello que me gusta, aunque no lo mantenga en mi mente siempre, lo que mas me gusta de aquello que soy yo, es aquello en lo que me parezco a él.