Este cuento redactado con mucha maestría, para el susto de los niños y el deleite de sus padres, está escrito en varios idiomas.
En algunos lugares los enanitos son más de siete, en otros Blanca Nieves, no era una niña y se las traía.

Imagínense como se vería su título en el idioma alemán: Ziel-Schnee und sieben liliputaner. Lo dejo a su interpretación

Lo que intriga es que siempre aparece un leñador, esta vez convertido en un Guarda Bosques pero con un corazón así de grande y con una cara de pánfilo también.

A que no adivinan ¿Quién es la mala del Cuento? ¡Claro esa mismísima!
La infaltable Bruja, y esta vez siendo la madrastra de Blanca Nieves, pero la veterana por su deseo de mirarse a cada momento en un espejo, más parecía que vivía en una fabrica de vidrios, y lo que es peor, cada vez más mala.

Claro que hay que ser muy retonta siendo bella, para convertirse en vieja, con nariz ganchuda y para más remate con un tremendo grano en la punta. Bueno algunas nacen brujas.

Blanca Nieves tan despistada como la Caperucita Roja. Algo extraordinario, llega a la casita de los enanos y se pone a barrer y ha extender las camas, como la más hacendosa de las empleadas de servicio. Pero si era princesa, aprendió luego, seguro por necesidad

El Príncipe, como siempre apareció más despistado en el medio del bosque, con cara de pregunta, frente a una casita con una puerta y dos ventanas, como para perros Doberman; era la casa de los enanos. A este lo cortaron verde.

¿Saben que echo de menos al lobo? Habría estado ni pintado para este cuento,
volviéndose a comer a la vieja, esta vez adobada en manzanas, y sin querer salvando a Blanca Nieves.
El Príncipe quedando con cuello ya que no alcanzó a despertarla con un beso y a Blanca Nieves embobada preguntando a maese lobo ¿Por qué tienes la orejotas tan grandes? Y el lupus relamiéndose los bigotes, pensando cuando la condenada preguntaría ¿Por qué tienes la bocota tan grande?

Nomade...¿Porque tienes la boca tan grande? ¿Te podras esconder de la justicia?