CAPITULO XX

Meliton que ya de por si estaba caído; se fue a seguir matando la pena y la decepción, y aquel hombre tan cabal; se convirtió en un guiñapo, se le veía en cualquier esquina tirado de borracho; los cantineros, pulqueros; le daban servicio por lastima y en recuerdo a lo que fue, lloraba y lloraba para ver si las lagrimas le lavaban tanto dolor, se perdió en la locura, a todas las muchachas confundía con la Rosaura y les hablaba de amores, era una pena, un día se fue a buscar a Rosaura, al río; para su desgracia el río iba crecido y lo arrastro, nadie supo nada de él, ni lo volvió a ver, se oían rumores de que lo rescataron en otro pueblo y que se compuso y que volvió a ser él de antes, pero eso es una leyenda, lo más cercas de la verdad es que el día que la Rosaura lo desprecio, juro morirse ahogado de borracho, y lo cumplió.


Fin