Acudimos a un llamado
Que Cristo nos envió,
Pues ya estaba acabando
Poco a poco nuestro amor.

Muchas parejas estaban
En aquellas bellas charlas,
Las palabras escuchaban
Y leíamos las cartas.

Nos daba mucha tristeza
Por nuestro proceder,
Me dolía la cabeza,
No encontraba que hacer.

Cantamos varias canciones
En los sagrados alimentos,
Había buenas intenciones,
Todos estábamos contentos.

Nos regalaron su experiencia
Irma y el gran Pablo,
Nos mostraban con conciencia
Como expulsar al diablo.

Otras parejas estaban
Compartiendo su pasado,
Lupita se presentaba
Con Nicho a su lado.

Felipe y Tere su esposa,
Nos hablaban de su pasado,
Y vaya que cosa,
Yo me veía reflejado.

Reflexionamos mucho
Acerca de nuestro proceder,
Y de pronto que escucho,
Ya era el amanecer.

Nos dormimos muy juntitos
Pues no había mucho espacio,
Nacerían encontraditos,
Pues todo ocurría despacio.

Recuerdo la serenata
Y las flores compartidas,
En eso sí se retrata,
El inicio de nuestras vidas.

Me regalaron un chocolate
Con unas bellas palabras,
Y me dijo un cuate,
Las cartas mejor ni las abras

Tal vez tenía razón,
Quizás vendría otro sermón.
Lo leí muy decidido,
Pues lo tenía merecido.

A mi me hicieron llorar
Las palabras de mis hijos,
No supe disimular,
Pues ya todos éramos amigos.

Luego ahí junto al santísimo,
Nos hicimos mil promesas,
Todo lo que nos dijimos,
Es una promesa eterna.

Se celebraba la misa,
Llegó la hora del perdón,
Nos acercamos sin prisa,
A buscar la reconciliación.

Me gustaron los pasteles,
De fresa, limón y de chocolate,
Me dieron también claveles
Y una crucecita de otate.

No me gusta ser travieso
Y no hablo por hablar,
Me gustó la “Ola del beso”
Eso si está a todo dar.

Hoy, hermanos encontrados,
Yo los quiero motivar,
Que no te apartes de su lado
El Señor te ha de premiar.