La noche era hermosa, la luna enorme brillando en el agua, la usaba de espejo, pensaba en mañana.
El sol como siempre saliendo sin prisa.
La luna hermosa se sentía sola, cansada estaba de ser el testigo de miles de amores furtivos.
Pensó que sería bueno ser ella el objeto de un gran amor sin secreto.
¿La luna está sola?
¡¡¡Pero eso no es cierto!!!, dijeron las estrellas. Si no, ¡mira el cielo!
¿Cómo puede alguien, siendo ella el centro, escuchando elogios, cantos y conciertos, sentirse tan sola?
¡¡Eso no es correcto!! , eran las estrellas murmurando juntas.
¡Pretenciosa luna!, si lo tiene todo.
Mientras que la luna pensaba en mañana, que como sería cuando el sol la amara.