UN CANTO A LA LOCURA
Soy y voy siendo,
Allí,
Bajo los árboles que rodean la ciudad
Comienza el canto,
Comienza la locura,
Comienza la vida,
¡Qué momento, que dicha!
Escucha,
Escucha el canto que viene de la sangre,
Monólogos que paren palabras,
Palabras que supuran aliento.
Ven,
No temas,
Únete a mi canto.
Mi canto es locura
Es miel,
Es pesadilla,
Es vida.
Soy y voy siendo
En este canto,
En esta locura,
En este momento.
Momento que es mi momento,
Para romper las cascadas,
Para abrir tu corazón,
Para extraer la sangre
(Marcha de caballería galopa por mi sangre)
Voy,
Hierba de la mañana,
Hasta vaciarme en el limbo
Únete al canto,
Únete a la locura,
No cierres tu boca,
Déjame ver la savia que corre
Por la comisura de tus labios
Torrentes insepultos sacuden la nariz
Destierro el fruto oculto,
Te acercas, dubitativa
Te acuestas
Y giras hasta tocar el clavel,
El río azul.
Eres tú, sueño ancestral,
Voz de la mañana,
Sepultura de escombros,
Eres la brisa que calma la sed
Ahí está el canto,
Tómalo,
Y bébelo todo,
Hasta delirar
Gimo por la noche plateada,
Gimo por la sombra caliente,
Gotas de zumo saltan a la ciudad,
Corro a la cueva
Corro y voy siendo en ti
Tumultos subterráneos acarician tu corazón
Pájaros forasteros visitan tu sueño,
Tu piel saborea el ácido de la ensoñación,
Mezclas grises emanan tu mirada.
¡Qué hermosura!
¡Qué deleite!
Es la sinfonía que marcha
Hacia el éxtasis,
Hacia el clímax,
Hacia la no conciencia.
Oh, ha llegado el momento de cantar,
De gritarle a la oruga,
Al amanecer,
A tu voz encantadora
Que eche sobre mí el veneno
Que me hará sonreír,
Que me hará soñar,
Que me hará vivir.
Sopla suave,
Brisa madrugadora,
Sobre el musgo,
Cúbrelo,
Hazme ver tu esencia,
Hazme respirar el aroma del mar,
Del poema,
Del horizonte.
No vaciles,
No te detengas
Únete al canto del universo
Únete al arroyo que mueve el alma,
Únete a ti misma,
Y sé,
Siendo.
|