Nacido en la eutanasia de un tiempo malogrado
se despertaba en rios sin cauce
y se dormia en lugares que no existian
así era su vida trashumando en vilo
las noches elípticas y sin destellos
donde corria la hora un segundo
y al siguiente se perdia para siempre.
las gargantas ávidas de vicios
ahogandose con el humo de su existencia,
sus bolsillos vacios de traer nada
llenados en las noches con desiertos estériles.
Muriendo sin tiempo y despertando sin vida
en los caminos imaginados en sueños soñados.
Despreciado hasta el cansancio por los ojos
mas injustos, solo los ciegos lo miraron.
Se fue trasnochando las calles y en su jolgorio
termino llorando en rincones orinados por mil perros.
Novicio y delicioso manjar para las lenguas
insatisfechas de una edad sin gusto a nada.
La travesia que desdibujaba su rostro
en el cansancio irreversible de la monotonía.
Claudico ante los deliciosos cuerpos
y degustó las sobras de sus propios fluidos.
Maquinó formas de persistir en su sangre
y se bebió los coagulos de sus deseos.
Se martirizo y se mofo en un solo pensamiento
y en el restante moría para no dar explicaciones.
Pasó a destierro todas sus existencias
dejó de creer en todo lo que no creía
y paso a ser hombre o mujer
y vino a mostrar su imperfección
en la iliquidez amarga de esta tierra.
Texto agregado el 19-07-2008, y leído por 87
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