Y luego esas actitudes… las mismas miradas, el recuerdo, tu hostilidad, tu simpleza al juzgarla, han hecho que esta noche, en su desvelo, invite a la inspiración a la reunión de entrometidos que no dejan poner fin al cansancio, a lo agobiante de este día.
Llegó la noche y con ella el suspiro que aliviaría el día agotador, o al menos eso pensó.
Se entrometió en el sueño toda conversación en busca de análisis, de reflexión.
Aquella conversación que sostuvieron con la mirada, con las palabras de terceros... Prefirió desviar la mirada hacia un poste, esperando encontrar en aquel pedazo de metal, más armonía y menor hostilidad que en la mirada y actitudes de aquella persona que sentía tan próxima.
Y ya ves, tenía razón. Hay cosas en tí que le recuerdan a él, sólo que esta noche, no estaría dispuesta a dejártelas pasar; esta vez no sería igual, quería evolucionar, quería hacerlo contigo, quería tantas cosas que al volar olvidó que no llevaba las alas completas, olvidó que aún no habían cicatrizado desde aquel aterrizaje al cual ella se había forzado, por no lastimarlo más.
Y ya ves, las cosas se fueron dando, y hoy no quiere verte, aunque su niña le suplique buscarte, aunque sepa que en algún lugar, tu niño se encuentra sentado tirando piedras en espera de un nuevo encuentro.
Y ya ves, las cosas del orgullo, las heridas mal sanadas, la precipitación los han llevado a ser como padres rencorosos que no permiten que sus niños internos se liberen en compañía, en aquello que disfrutan tanto y que les ilumina el rostro.
Y de nuevo la poca convicción de ser lo que se siente, de no llamar; de no dar el primer paso, de ser fiel servidor de la sociedad, de ser aclamado victorioso por personas que jamás ubicaran lo que tienen. Mostrarse más fuerte y dejar pasar algo tan especial… ¿Tú lo haces por simple reflejo, o es que acaso conoces los motivos de su hostilidad? ¿Conoces el por qué de la sonrisa perdida en el piso después de un roce de tus labios? ¿Fue para no perderla?
La has confundido, lo sabes… Pronto se te irá de las manos, y tienes miedo… Piensas que la necesitas; como piensas que el tiempo está de tu lado, sin saber que como la suerte, podría cambiar de rumbo. ¿Estos juegos del azar en que medida se conectan con sus vidas?
¿Y los besos en la frente, las caminatas nocturnas, las miradas llenas de palabras, las canciones; aquellas reuniones llenas de personas, en las cuales si no hubieses estado no hubiese aguantado más que el saludo? ¿Algo de eso fue sincero?
Simplemente el sueño, esta noche, desapareció y tus ojos se clavan en su mente, siente aquel beso en la frente y tus palabras matan toda ilusión. ¿Imaginaste el impacto si se las hubieses dicho a ella? ¿Si su nombre hubiese ingresado en alguna?
Hoy has cambiado su percepción al escucharte hablar en una simple charla de amigos.
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