Mi amiga la tristeza hacia mucho no pasaba a visitarme por aca, hoy vino vestida de frio y al abrazarme, mis brazos temblaban y mis ojos se llenaron de lagrimas, me siento pesado, yo se, es tu presencia querida tristeza, es ese largo gaban de color gris plomo en el que te gusta envolverme, pesa lo necesario para que yo pueda poner los pies sobre la tierra, lo necesario para salir de mi estado levitante, lo necesario para que la tierra tiemble en mi pequeño planeta y se abra un espejo por el cual puedo mirar la realidad, soy solo una sombra y nada me pertenece, soy fragil y pequeño, una gota de este inmenso mar de mercurio, gris es el color de mi mirada. El viento sopla gelido, en medio de este ambiente tibio, no quiero hablar, no quiero gritar, ni susurrar, o emitir sonido alguno, me basta con respirar y hasta ese sonido se me hace insoportable. Mi amiga la tristeza y yo nos trenzamos en un abrazo profundo, ella intenta consolarme, no quiere hacerme daño en realidad, igual dijo que pasaba a visitarme no mas, a asegurarse que yo estaba bien.
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