Cierta vez tres personajes, que por lo general transitaban separados por la vida, dieron en hacer coincidir sus caminos.
El “orden”, el “capital” y los “excluidos” eran sus nombres. El primero refiere a las normas de convivencia y la legalidad, el segundo, representaba a quienes se auto proclamaban los dueños del esfuerzo y por lo tanto del capital. Finalmente los “excluidos” eran los considerados vagos y mal entretenidos, pero al fin de cuentas los únicos habitantes nativos que estaban en la tierra de la que hablamos antes de que ninguno de los otros llegara.

Los “excluidos” cierta vez decidieron ocupar una tierra y según ellos debían cumplir allí un legado histórico. El “orden” decidió intervenir ya que de él dependía la ley y la justicia y por lo tanto la generalización del caos en caso de permitirse tal situación. El “capital’ no podía entender como una vez mas, los vagos sin derecho a nada, se salieran con la suya. Después de todo eran ellos -los hijos de inmigrantes- los únicos que habían hecho grande este continente. Finalmente el “orden” y el “capital” dieron en juntarse para proponer una solución, pese a que íntimamente se odiaban. El primero porque pensaba que el otro con su dinero lo hacia cumplir siempre sus caprichos y el segundo simplemente por sentirse superior.

Decidieron entre ambos proponer un plan y ofrecer generosamente al “excluido” una gracia que los sorprendería, vender esa tierra con facilidades a los ocupantes. Conseguirían con estas dos cosas traer la pacificación general, con lo cual serían bien vistos y conseguirían la gracia eterna por su generosidad. Pero los “excluidos” no quisieron. Cargaron sus muertos y ornamentos funerarios y continuaron su marcha ceremonial hacia algún lugar al oeste o al norte de esta tierra de América.

En realidad los extranjeros nunca entendieron que el motivo de la posesión, no era la ambición o cumplir con una ley blanca ni siquiera quedarse con una tierra que no les correspondía, era simplemente devolver los hijos a su madre –la tierra-ya que es de allí de donde habían venido.